El mismo día Deshilándome salió de imprenta logré colocarlo en uno de los stands de la feria del libro, más precisamente en el stand que el sello Estruendomudo había arrendado en el jockey plaza el año 2006, gracias a Ximena una chica que conocí en la pre-católica hacía mucho tiempo atrás. Aquella vez no tuve idea del porqué la editorial había escogido tan extraño nombre, no me había percatado que odumodneurtse provenía de uno de los ingrávidos poemas del libro Trilce de César Vallejo. Rocío Fuentes junto a Ximena (no recuerdo su apellido) y otras chicas se encargaban de atender el stand y vender las revistas, libros y demás objetos ofrecían. Rocío fue muy amable conmigo y delicada, a ella la recuerdo con el pelo rizado oscuro, una sonrisa piadosa y una mirada profunda. Para mí Ximena siempre se pareció y parecerá a la Pocahontas de la película de Disney. Rocío Fuentes se colocaba al costado del stand a promocionar los números de etiqueta negra y también su primera entrega literaria: Cuerpo de pétalo. La admiré mucho contemplando su valentía y poca timidez para hablar y llegar a las personas. En uno de esos días de idas y vueltas, de averiguar cuántos libros se vendían, cuántos se perdían, ella me miró los dientes mucho y entonces fue allí cuando nos pusimos a conversar y acordamos intercambiar nuestros libros. Al leerla, para mi sorpresa, encontré muchas conexiones temáticas con Deshilándome, en especial con el cuento i griega en donde el tema de la vejez, de la vida destejida, sobresale. Al año siguiente, el 2007, nos volvimos a ver otra vez en la feria del libro, ella aún seguía apoyando a Estruendomudo, Ximena se había ido, ya no estaba, umm. Rocío lucía más hermosa aún, me brillaban los ojos mirándola, me sorprendió mucho me reconociese y los dos riéramos pensando en nuestros libros de antaño. El último día que la vi, al agacharse a recoger algo que yo pretendía levantar por actuar como un caballero logré verle la piel de los pechos.
***Fecha de edición: 2005
Editorial: Signos
Nota: En el libro aparecen ilustraciones a tinta china del descendiente oriental, acupunturista y también actor (La gran sangre) David Kamt Fupuy***
Nota: En el libro aparecen ilustraciones a tinta china del descendiente oriental, acupunturista y también actor (La gran sangre) David Kamt Fupuy***
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- Cuerpo de Pétalo es un librito rotular, se encuentran en el, poemas enlazados por palabras que buscan alargar una historia, saborear la sensación de ser mamá, abuela, mujer, niña; una manera a tientas de averiguar el cuerpo reparador que afronte el destino sin rémora.
Algunos textos del libro:
Declaración de amor para liberar un canto
Te he visto nacer más de una vez
Tejiendo estrellas,
Exponiendo y velando tu silueta,
Tu piel reluciente:
Un relámpago.
Escucho el eco de tu voz
En ese mar.
Tomo hojas nuevas y
Se desliza este carbón,
Trenzando cada signo,
Encontrando
El sentido.
O quizá sólo delire.
Bordo de palabras las olas
Y se rompen hechizos fatuos.
En la orilla un tapiz,
Manto de coral, turquesa, ámbar.
Hijos del cielo, de la tierra,
Fruto de las piedras, del tallo.
¿Qué del día
Cuándo el árbol no es más árbol
Ni la arena piel?
En tus brazos se liberan sortilegios
Con un beso dulce
Como un canto.
Muchacha morena,
Con el fuego valiente en los ojos.
Mírame.
La puerta 17
La puerta 17 a un lunar se parece,
Luminoso y sereno.
En la precisa curva de tu abdomen,
Cerca del centro,
En lo alto
De tu motoso vientre.
Cielo de una tarde apacible,
Cotidiano,
Siempre inesperado paisaje.
Es un lugar que visito
Aunque mis pies lo toquen.
Un océano
Que cruzo a nado,
Latiendo alas.
Recuerdo.
Me descalzo.
Voy dibujándote
Con la tinta que se escurre entre los dedos.
A tientas indago
El movimiento que se otorga.
En aquel diminuto punto luminoso
El ritmo
Se nos entrega.
Una puerta de retorno
Es un lugar semejante a un lunar.
La puerta 17 a un lunar se parece,
Luminoso y sereno.
En la precisa curva de tu abdomen,
Cerca del centro,
En lo alto
De tu motoso vientre.
Cielo de una tarde apacible,
Cotidiano,
Siempre inesperado paisaje.
Es un lugar que visito
Aunque mis pies lo toquen.
Un océano
Que cruzo a nado,
Latiendo alas.
Recuerdo.
Me descalzo.
Voy dibujándote
Con la tinta que se escurre entre los dedos.
A tientas indago
El movimiento que se otorga.
En aquel diminuto punto luminoso
El ritmo
Se nos entrega.
Una puerta de retorno
Es un lugar semejante a un lunar.
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Cuerpo moreno
Una palmada en el viento.
En la esquina
Dos borrachos.
Hacen de la juerga un debate.
Se preguntan
Por el paradero de Dios.
Lloran, se abrazan, se compadecen
Y se golpean.
Honorables cosacos
A punto de desertar.
La muchacha morena.
Cruza la puerta 17.
Danza.
La mariposa le presta sus alas
En la angosta calle.
Una palmada en el viento.
En la esquina
Dos borrachos.
Hacen de la juerga un debate.
Se preguntan
Por el paradero de Dios.
Lloran, se abrazan, se compadecen
Y se golpean.
Honorables cosacos
A punto de desertar.
La muchacha morena.
Cruza la puerta 17.
Danza.
La mariposa le presta sus alas
En la angosta calle.
